Los juegos en craps de casinos pueden ser de los más divertidos porque el jugador marca su suerte. Y de paso, si anda en racha puede hacer que otros, ganen mucho dinero sin tener que hacer nada. En líneas generales, el arte de tirar los dados no es nada sencillo, requiriéndose práctica para lanzarlos y evitar que aparezca el siete de manera continua.
Lo ideal es que vayas con tus amigos a ver todo lo que sucede en las mesas de craps. Te toparás con muchas personas, las cuales pueden ser en algunos casos amistosas y en otros, no tanto. Hay creencias entre los apostadores que las personas nuevas que llegan a la mesa pueden traer buena o mala suerte, dependiendo del caso. Por ello, suelen ser muy supersticiosos cuando alguien intenta penetrar su mundo.
No obstante, cuando el ambiente es de camaradería y el siete no sale, la fiesta es total. La algarabía se apodera de todos los apostadores en casinos e incluso de los talladores, los cuales hacen bromas sobre los números que van a salir posteriormente. No olvide que para este juego se requieren tres talladores y un supervisor.
Uno de los talladores se encarga de mover los dados con un palo especial, mientras que los otros dos se encargan de pagarles a los jugadores. Respecto al supervisor, este tiene que avalar todos los pagos en la mesa, los cuales suelen ser muchos en ciertas oportunidades porque en la mesa de craps pueden jugar en casinos hasta dieciséis jugadores, ocho por lado.
Por todo lo dicho, solo te aconsejo que vayas al craps, aprendas a jugarlo y te diviertas con el resto de jugadores. Te aseguro que no te aburrirás, ya que la diversión está asegurada desde que abren la mesa hasta que la cierran.